El roble francés es altamente valorado en la vinificación debido a sus contribuciones sutiles pero impactantes al vino. Los bosques de roble francés más destacados para la elaboración de barricas son Allier, Limousin y Tronçais. Cada región aporta características únicas al vino.
El roble francés tiende a liberar compuestos más finos y complejos durante la crianza del vino en comparación con su contraparte americana. Aporta notas más elegantes y menos dominantes, destacando la estructura y la complejidad del vino en lugar de imponer sabores intensos.
Las barricas de roble francés pueden transmitir sutiles toques de vainilla, especias, y a veces notas florales al vino. Además, este tipo de roble es apreciado por su capacidad para permitir una microoxigenación más controlada, contribuyendo a la evolución gradual y equilibrada del vino durante el envejecimiento.
En resumen, el roble francés es conocido por mejorar la calidad del vino al agregar capas de complejidad y refinamiento, respetando la expresión única de la uva y del terruño.
La utilización del roble francés en la elaboración de vinos es una práctica profundamente arraigada y apreciada en la industria vinícola. El roble francés, proveniente de regiones como Allier, Limousin, y Tronçais, desempeña un papel crucial en la crianza de vinos, aportando una serie de características únicas que han ganado reconocimiento mundial.
- El roble francés es conocido por su capacidad para añadir sutileza y complejidad al vino. A diferencia de algunas otras maderas, el grano más fino del roble francés permite una liberación más gradual de compuestos durante la crianza, dando como resultado sabores y aromas más elegantes.
- Las barricas de roble francés pueden impartir al vino una amplia gama de notas aromáticas, que van desde vainilla y especias hasta toques sutiles de frutas secas y flores. Estas características aromáticas se mezclan de manera armoniosa con las características naturales de la uva, contribuyendo a la complejidad y fineza del producto final.
- El roble francés tiene la capacidad de mejorar la estructura del vino al aportar taninos finos y suaves. Esta contribución tanínica puede resultar en vinos más equilibrados y con una textura sedosa. La microoxigenación controlada a través de las barricas de roble francés también ayuda en la evolución gradual y armoniosa del vino durante la crianza.
- Una característica distintiva del roble francés es su capacidad para respetar la identidad del vino, permitiendo que las características naturales de la uva y del terruño se expresen plenamente. El roble francés tiende a ser menos dominante en comparación con algunas otras maderas, permitiendo que el vino retenga su autenticidad.
- El roble francés se utiliza tanto en la crianza de vinos tintos como blancos, adaptándose a una variedad de estilos. Desde los vinos tintos de Burdeos hasta los Chardonnays de Borgoña, el roble francés ha demostrado su versatilidad al realzar las características específicas de cada tipo de vino.
En resumen, la utilización del roble francés en la elaboración de vinos es una práctica que ha perdurado a lo largo del tiempo debido a sus contribuciones distintivas. Desde su impacto en la estructura del vino hasta la complejidad aromática que aporta, el roble francés sigue siendo una elección preferida para muchos enólogos que buscan mejorar y refinar la calidad de sus productos
Bodega Ramón Ramos S.L. ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar la competitividad de las Pymes y gracias al cual ha puesto en marcha un Plan de Marketing Digital Internacional con el objetivo de mejorar su posicionamiento online en mercados exteriores durante el año 2017. Para ello ha contado con el apoyo del Programa XPANDE DIGITAL de la Cámara de Comercio de Zamora.