La Malvasía, una variedad de uva que tiene sus raíces profundamente arraigadas en la historia vinícola, ha experimentado una notable expansión a lo largo de los siglos. Originaria del Mediterráneo, esta uva ha conquistado diversos territorios y se ha adaptado a múltiples climas, dejando una huella única en la producción de vinos en todo el mundo.
El origen de la Malvasía se remonta a la antigüedad, con evidencias que sugieren que la cepa se cultivaba ya en la Grecia clásica. Su nombre, derivado del griego "monemvasia", hace referencia a la ciudad del mismo nombre en el Peloponeso, que desempeñó un papel fundamental en la expansión y comercio de estos vinos aromáticos.
A lo largo de la historia, la Malvasía ha viajado por el Mediterráneo, llegando a destinos como Italia y España, donde ha encontrado terroirs excepcionales para expresar su carácter único. Italia, con sus diversas regiones vinícolas, ha acogido la Malvasía en sus viñedos. En Sicilia, la cepa ha florecido, dando lugar a vinos blancos cautivadores con aromas florales y notas frutales. En la península ibérica, las Islas Canarias son conocidas por sus vinos Malvasía, donde el terruño volcánico aporta un matiz distintivo a los vinos secos y dulces.
En Toro esta variedad no ha perdido protagonismo y se elaboran vinos muy frescos y agradables, muy singulares, con marcado carácter del terruño.
La expansión de la Malvasía también ha llegado a regiones como Croacia, Grecia y Portugal, cada una aportando su interpretación única de esta uva versátil. En Croacia, la Malvasía Istarska es una variante bien conocida, produciendo vinos blancos secos con un carácter refrescante. Grecia, donde se la conoce como Malagousia, ha visto un resurgimiento de interés en esta uva autóctona, destacando su capacidad para producir vinos aromáticos y frescos.
La diversidad de vinos elaborados con Malvasía es notable. Desde vinos blancos secos y refrescantes hasta vinos dulces y seductores, esta uva se adapta a una amplia gama de estilos vinícolas. Los vinos blancos Malvasía suelen exhibir una acidez equilibrada y una complejidad aromática que incluye notas florales, cítricas y, en algunos casos, toques de miel. Además, los vinos dulces, como el famoso Malvasía de Sitges en España, muestran una riqueza de sabores, a menudo con matices de frutas maduras, almendras y especias.
En términos de elaboración, la Malvasía se presta a diversos enfoques, desde la fermentación en acero inoxidable hasta la crianza en barrica, dependiendo del estilo de vino deseado. La versatilidad de esta cepa ha llevado a experimentaciones exitosas en la vinificación, permitiendo a los enólogos jugar con perfiles de sabor y texturas.
Los lugares más destacados donde se cultiva la Malvasía reflejan su adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas. Además de las regiones mencionadas anteriormente, la Malvasía ha encontrado un hogar en las islas del Mediterráneo, como Madeira en Portugal, donde se cultiva la Malvasía Candida. En esta isla atlántica, la variedad contribuye a vinos fortificados conocidos por su longevidad y complejidad.
La Malvasía ha demostrado ser más que una uva, convirtiéndose en una embajadora de la diversidad vinícola. A medida que continúa su expansión por distintos terruños, la Malvasía nos recuerda la riqueza y complejidad que la viticultura puede ofrecer. Desde los vinos secos de Italia hasta los dulces de España, la Malvasía invita a los amantes del vino a explorar y apreciar la diversidad de esta noble cepa que ha conquistado el paladar de generaciones
Bodega Ramón Ramos S.L. ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar la competitividad de las Pymes y gracias al cual ha puesto en marcha un Plan de Marketing Digital Internacional con el objetivo de mejorar su posicionamiento online en mercados exteriores durante el año 2017. Para ello ha contado con el apoyo del Programa XPANDE DIGITAL de la Cámara de Comercio de Zamora.